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Porque el alto Jehová atiende al humilde; Mas al altivo mira de lejos.

A Dios no le impresiona nuestro orgullo. No podemos ni siquiera empezar a estar a la altura de su inconmensurable grandeza. Confiar en nuestra propia arrogancia es insultar la grandeza de Dios. Pero los humildes, los humillados y los contritos no escapan a su atención. A pesar de su magnitud, Dios no deja de ver incluso al más pequeño de los que son humildes ante Él.  
Salmo 138:6

Entonces respondió y hablóme, diciendo: Esta es palabra de Jehová á Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

En términos terrenales, el poder y la fuerza son grandes activos. Los reyes y los conquistadores han logrado grandes victorias sólo con su fuerza. Pero el poder terrenal sólo puede lograr cosas terrenales. Dios nos llama a no depender del poder y la fuerza terrenales, sino de su Espíritu, para hacer la obra de su reino por el bien de su gloria. Amén y amén

Sabiduría ante todo: adquiere sabiduría: Y ante toda tu posesión adquiere inteligencia.

La educación es una bendición. Los juegos de preguntas y respuestas son divertidos. Los rompecabezas y la resolución de problemas son un reto estimulante. Pero todo el conocimiento y la habilidad del mundo son insuficientes si no tenemos sabiduría. Por eso, la Biblia nos instruye para que busquemos primero la sabiduría. Porque es la sabiduría que recibimos a través del Espíritu la que nos da el entendimiento y el discernimiento para aplicar nuestros conocimientos y aprendizajes, para ser guiados por la mente de Dios y poder servirle más fielmente. Amén

Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.

A veces, el mero hecho de estar en este mundo puede ser deprimente. En un mundo lleno de guerras, enfermedades y maldad, es fácil desesperarse. Sin embargo, Dios nos invita a ver más allá de las rupturas de este mundo y a mirar hacia la promesa de la eternidad. Un cielo nuevo y una tierra nueva, una morada de justicia, esperan a todos los que creen. Aferrémonos a la esperanza de esta promesa. Amén y amén

Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

Todos tenemos versículos y pasajes bíblicos favoritos. Algunas palabras de las Escrituras nos reconfortan, y otras pueden confundirnos o incluso desafiarnos. Pero todas las Escrituras son útiles porque son un regalo de Dios para nosotros, para que podamos conocerle mejor y crecer en Él. Incluso las partes incómodas son necesarias cuando las utilizamos como Dios quiere. Amén y amén

Tiempo y ocasión acontecen a todos. 

Texto eclesiástica 9.27

Tenemos que llevar una vida expectante a lo que va a suceder. Apercibido

Si queremos que nuestra vida sea sacudida por los eventos de Dios tenemos que vivir a la espera y a la expectativa de los acontecimientos del movimiento del Reino de Dios. Participantes, no espectadores, 

Una vida apática y una vida rutinaria y sin valor no nos ayudan a visualizar lo que acontece a nuestro alrededor.

Hay cosas que no están lejas de nosotros sino cerca de nosotros en nuestro corazón.

Aprender a conocer los tiempos. 

A saber aprovechar las ocasiones.

Sed astutos como serpientes y mansos como palomas. Estos ejemplos son muy complicados pues nos ponen elementos. Simbolicos

El tiempo:

Noemí no estaba en el lugar adecuado cuando Dios derramó su bendición al pueblo. 

José tuvo que esperar mucho tiempo y muchas situaciones difíciles para llegar al momento cuando faraón solicitó a alguien con la especialidad que él tenía. 


Saúl no supo esperar al profeta se dejó  guiar por el pueblo y su opresión. 

Obediencia - no sacrificio

Y David nos enseña mucho como esperar el tiempo sabiendo lo que Dios quiere pero esperando el momento en que Dios lo haría. 

Por eso se ganó el corazón de Dios para el título conforme al corazón de Dios. 


Sepamos esperar con paciencia y correr en la vida siguiendo a Cristo y poniendo nuestra mirada plenamente en él y toda nuestra confianza en él sabiendo que él cumplirá su palabra en nuestras vidas.


Cuánto tiempo hemos de esperar esto determina nuestro comportamiento y nuestra entrega para con él al pueblo en el desierto le costó 40 años hasta que comenzaron a entender los propósitos de Dios. 


Por eso el salmista nos enseña en el Salmo cuarenta pacientemente esperé a Jehová y él escuchó mi clamor.


Ocasión:

Rebajas, oportunidades, saber aprovechar, publicidad engañosa, deseos engañosos, 


Josué, espero cuando murió Moisés, 

Jacob lucho con el ángel de Dios, pero tenía que enfrentar Asu hermano.

Nehemias, espero el momento con el rey.

Jesús espero la hora


Los enemigos:

Impaciencia 

Desesperación 

Inquieto 

Arrebatado

Ignorancia

No debemos adelantarnos a los planes de Dios.

Esperar con paciencia.

“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” Mateo 5: 8. 


La pureza, la limpieza de corazón, es la cosa más importante que ha de buscarse. Necesitamos ser limpiados interiormente por medio del Espíritu y de la Palabra, y entonces seremos limpios exteriormente por la consagración y la obediencia. Hay una íntima conexión entre los afectos y el entendimiento: si amamos el mal, no podemos entender lo que es bueno. Si el corazón es impuro, el ojo estará empañado. ¿Cómo podrían ver a un Dios aquellos que aman las cosas profanas? ¡Qué privilegio tan grande es ver a Dios aquí! ¡Una mirada a Él es el cielo en la tierra! En Cristo Jesús los de limpio corazón ven al Padre. Lo vemos a Él, Su verdad, Su amor, Su propósito, Su soberanía, Su carácter del pacto, sí, lo vemos a Él mismo en Cristo. Pero esto es comprendido únicamente en la medida en que el pecado es mantenido fuera del corazón. Únicamente aquellos que buscan la santidad pueden clamar: “Mis ojos están siempre hacia Jehová.” El deseo de Moisés: “Te ruego que me muestres tu gloria”, puede ser cumplido únicamente conforme nos purifiquemos de toda iniquidad. “Le veremos tal como él es”; “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo.” El gozo de la presente comunión y la esperanza de la visión beatífica, son un urgente motivo para la pureza de corazón y de vida. ¡Señor, limpia nuestro corazón para que podamos verte!

El Salmo 34 es un poema acróstico; en este caso, cada verso empieza con una letra hebrea diferente, en orden alfabético. El objetivo principal del salmo es enseñar lecciones morales sobre Dios. Su tema destaca el constante cuidado de Dios por Su pueblo. En el versículo 8, el autor del salmo, David, hace una invitación: "gustad, y ved que es bueno el Señor". ¿Qué significa gustar y ver que el Señor es bueno?


Gustar significa probar o saborear; ver significa entender o percibir. La frase gustad, y ved, entonces, significa "probar y experimentar". David anima al pueblo de Dios a descubrir la bondad del Señor a través de una prueba personal y a experimentarla por sí mismo. No quiere que los lectores simplemente crean sus palabras de que el Señor es bueno; él quiere que experimenten y conozcan por sí mismos el hecho de que Dios es bueno.


El ser humano relaciona el gusto con el placer y la satisfacción. El comentarista bíblico Matthew Henry desarrolla esta idea: "Que la bondad de Dios se deslice bajo la lengua como un dulce bocado". Cuando David dice: "Gustad, y ved que es bueno el Señor", nos está invitando a dar un mordisco en sentido figurado, es decir, que probemos por nuestra propia cuenta la bondad de Dios, y descubramos lo satisfactorio que es. El apóstol Pedro usa el mismo término en 1 Pedro 2:3 cuando dice: "Habéis gustado la benignidad del Señor".


El gusto tiene que ser antes que la vista; o sea, nuestras experiencias espirituales hacen que lleguemos a la iluminación y a la comprensión espirituales. David quiere que otros "prueben y vean". Quiere que experimenten lo que él ha experimentado para que puedan conocer lo que él ha conocido, la bondad del Señor que alimenta el alma.


El Salmo 34 sigue con ejemplos de la increíble bondad de Dios para los que se refugian en Él: Él se ocupa de todas sus necesidades (versículos 8-10); les da una buena y larga vida (versículos 11-15); está con ellos en los problemas y los libra de sus enemigos (versículos 17-22). Los que prueban y ven que el Señor es bueno conocerán Su provisión.


Los creyentes en Jesús prueban la bondad y la gracia de Dios cuando miran la belleza de Su creación o reconocen Sus bendiciones de provisión, protección y cuidado. Probamos y vemos Su bondad cuando contemplamos Su santidad y justicia infinita. Nos deleitamos en Su bondad cuando valoramos el precio del sacrificio de Cristo para nuestra salvación.


Para probar y ver que el Señor es bueno, tenemos que confiar en Dios y pedirle que sea nuestra única fuente de protección y provisión. La única manera en que podemos probar y ver que el Señor es bueno es poniendo en práctica esta idea, tratando de experimentar Su bondad nosotros mismos.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.

¿Alguna vez te has parado a pensar en que Dios te eligió a ti? La Biblia nos dice que somos el linaje elegido, el sacerdocio real, la  nación santa y el pueblo adquirido por Dios; no debemos tomarlo a la ligera. Tenemos vocación porque el Señor nos llamó de las tinieblas. Podemos correr hacia su luz maravillosa ya que hemos sido liberados del cautiverio del pecado y la oscuridad. El Dios del Universo te ha elegido, ¡alabado sea Su nombre! Amen

Entonces sentándose, llamó á los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

Como dice en Santiago 4:10: "Humillaos ante el Señor, y él os elevará". ¿Importa ser el primero cuando nos espera la vida eterna? Si quieres ser el primero, dice Jesús, no se trata de estar por delante de los demás o por encima de ellos. Se trata de querer servir a TODOS. Ser el último en querer estar por delante es la única manera de terminar primero a los ojos del Señor. Amén

Oísteis que fué dicho: Amarás á tu prójimo, y aborrecerás á tu enemigo. Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos.

Me imagino que haz de haber oído la famosa cita; "Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca." Esta cita tiene intenciones más nefastas, pero Jesús quiere que mantengamos a nuestros enemigos cerca por razones positivas: en pocas palabras, podemos ayudarlos. Es nuestro deber amar a nuestros enemigos como a nosotros mismos para dar ejemplo, porque un ejemplo fue enviado a la tierra por nosotros en Jesucristo. Honra Su muerte viviendo como Él lo hizo, sacrificándose a Sus enemigos para que ellos también pudieran ser perdonados. Amen y amen.

Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer (Deuteronomio 5:33). 

Cuando Jesús llamó a sus discípulos, ellos dejaron todo al instante y le siguieron. 

Podríamos pensar que la vida cristiana debió de haber sido más fácil para ellos que para nosotros.

 Cuando Jesús caminaba, ellos iban detrás de Él.

 Cuando enseñaba, escuchaban su voz. 

Al observar su interacción con las personas, aprendían de su ejemplo. 

Pero ¿cómo vamos nosotros a seguir a Jesús, puesto que Él ya no está en la Tierra? No podemos tocarlo, verlo o escucharlo de la manera que sus discípulos lo hicieron.  

Cuando Cristo estaba a punto de dejar esta Tierra, prometió a sus discípulos que les enviaría un Consolador que nunca los abandonaría. En realidad, este Consolador viviría dentro de ellos (Jn 14.16, 17). 

Hoy en día seguimos a Jesús al escuchar y prestar atención a su Espíritu en nosotros, que es el guía más íntimo que podemos tener.  

El Espíritu hace por nosotros todo lo que Cristo hizo por sus discípulos. 

Él nos guía en todo momento y nos enseña las verdades de Dios. 

Nos ayuda a descubrir la voluntad de Dios para nuestras vidas, y nos da el deseo y la fortaleza para seguir el camino que Él ha dispuesto para nosotros. 

Todo lo que tenemos que hacer es obedecer.   

Para seguir a Cristo debemos ser sensibles a la voz del Espíritu Santo. 

Cuanto más rendido esté usted a su dirección, mejor se volverá su oído espiritual. 

Escuchar al Espíritu Santo en oración y lectura de su Palabra es la única manera de crecer en la vida cristiana.

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre (Salmos 139:13). 

Cuando Dios vio al mundo que había hecho, lo llamó bueno. Hacer al ser humano —al hombre y a la mujer— a su imagen fue la culminación de su obra creadora (Gn 1.27). 

Salmo 139 nos recuerda que somos una creación formidable y maravillosa.  El Señor ha dado a cada uno de sus hijos un gran potencial para el servicio en su reino. Sin embargo, algunos tenemos serias dudas de que esto sea verdad. 

Cuando nos comparamos con otras personas, damos a conocer las cosas que no tenemos. A veces, nos criticamos a nosotros mismos por los errores que hemos cometido. 

¿Cómo podemos tener un potencial maravilloso cuando vemos tantas de nuestras deficiencias?  Cuando Moisés se criaba en la casa de Faraón, parecía tener muchas ventajas. 

Luego mató a un egipcio y huyó del país. Ya no parecía ser un buen candidato para sacar a los israelitas de Egipto. 

Pero Dios miró más allá de lo que Moisés había hecho, y vio lo que él podía llegar a ser.  Antes de ser salvo, el apóstol Pablo se opuso con vehemencia a los creyentes en Jesús. 

Pero, por la misericordia de Dios, se convirtió en un gran evangelista y autor de varios libros del Nuevo Testamento. 

Pedro era un simple pescador que negó, no uno sino tres veces, conocer a Jesús. 

Sin embargo, el Señor lo eligió para ser el líder de la iglesia de Jerusalén.   

Dios ve más allá de nuestras imperfecciones el potencial que tenemos en Cristo. 

Porque fuimos hechos a su imagen y su Espíritu habita en nosotros, tenemos una capacidad para la transformación espiritual y el servicio, más grande de lo que podemos imaginar.

Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido (Salmos 55:22). 

Nuestra seguridad no está en lo sabio, valiente, rico o fuerte que seamos, sino en entender y conocer al Dios en quien hemos confiado. 

Está bien conocernos a nosotros mismos y saber cuáles son nuestras fortalezas y debilidades; pero aún el mejor boxeador del mundo puede ser derribado por un golpe de suerte de un peleador más débil, el hombre más inteligente pudiera errar en sus cálculos y las riquezas pueden evaporarse de la noche a la mañana por el colapso del sistema financiero.  

Por ello es importante entender el significado del versículo de hoy, el nos  menciona: Dios quiere hacer un intercambio contigo Él quiere que eches sobre Él tu carga, problemas y fracasos y en retorno, Él te dará Su paz y alegría.  

Dios realmente quiere cuidarnos, pero para dejarlo a Él que lo haga, tenemos que parar de intentar de cuidarnos a nosotros mismos y preocuparnos sobre cada pequeña cosa que no podemos controlar. 

Mucha gente quisiera que Dios cuide de ellos, pero insisten en preocuparse o intentan descifrar una respuesta por sí mismos, en lugar de esperar la dirección de Dios.   

Dios nos dará paz, pero primero debemos darle a Él nuestras preocupaciones. ¡Qué gran intercambio! Le damos a Dios nuestra preocupación, y Él nos da Su paz. Le damos todas nuestras cargas y preocupaciones, y Él nos da Su protección, estabilidad y alegría. 

Esa es la increíble bendición y privilegio de ser cuidado por Él.

¿Alguna vez has “apagado” a alguien? Ya sabes, esa persona que sigue preguntando si quieres salir por un café, o ese conocido que ahora está vendiendo velas o bolsos o leggings y sigue invitándote a su fiesta en línea. 


No es que no nos agraden estas personas; es simplemente que su persistencia ha hecho que perdamos interés en ellos. 


Algunas veces podríamos ser “apagados” por algo ofensivo que alguien dijo, y eso cambia nuestra percepción de esa persona. 


O quizá vamos a nuestro restaurante favorito y vemos un ratón escurrirse a lo largo del comedor. 


Eso con seguridad es algo que “apaga” tu apetito. 


Los mayores solían hablar de “quitar el apetito” en referencia a algo que les causaba nauseas. 

Es interesante que la Biblia nos instruya a apagar o evitar conversaciones con el “viejo”—nuestro antiguo yo—. 

Tenemos que evitar entretener a nuestro antiguo yo pegador, no sea que comencemos a pensar como nuestro viejo ser pecador, el cual es corrupto y engañoso. ¿Cómo es que tenemos el sentido para apagar personas fastidiosas o poco apetecibles, pero se nos tiene que recordar apagar nuestra naturaleza pecadora, la cual busca destruirnos? Si nos permitimos recordar esta amonestación, entonces la próxima vez que el “viejo” nos llame, seremos prontos en “apagarlo”. Efesios 4:22

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¿Por qué Dios elige perdonarnos? A veces es alucinante pensarlo. 

Él es santo de forma total y perfecta, y nunca podremos estar a su altura. 

Sin embargo, con Jesús nos muestra una virtud que nunca podremos conseguir solos.

Y lo  alabamos por cada alma rescatada, cada vida transformada y cada pecado perdonado y olvidado. ¡Qué buena noticia para nosotros!

Nueva Vida.


Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento.

En este versículo, Jesús encapsula los Diez Mandamientos en dos. Nos exhorta a “amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente”. 

Los primeros cuatro mandamientos refieren a cómo estamos relacionados a Dios: pon a Dios primero, no adores ídolos, no uses el nombre de Dios en vano y guarda el día de Dios. 

Los últimos seis mandamientos nos instruyen a cómo debemos tratar a otros. Deberíamos honrar a nuestros padres y abstenernos de matar, cometer adulterio, mentir acerca de otros, codiciar sus bienes y robar. 

Jesús resume de manera concisa estos mandamientos con una nueva revisión: Ama a tu prójimo como a ti mismo. 

En estos dos mandatos, dice Jesús, se encuentra la plenitud de la ley. 

Todo lo que necesitamos saber acerca de cómo tratar a Dios y a los demás lo encontramos en estos versículos.


A veces hacemos que la palabra de Dios sea más difícil de lo necesario. 

Dios quiere que entendamos Su Palabra, por lo que hace que las cosas más importantes sean fáciles de lograr. 

Perdón. Gracia. Esperanza. Amor. Justicia. 

Con cada lectura, nos recuerda que estas cosas están en nuestros corazones, listas para usar en todo momento y lugar.


Jesús nos ha purificado. 

Pero aún queda por limpiar la basura del pecado de los sótanos y áticos de nuestros corazones. 

Debemos dejar que el Espíritu entre en esos rincones oscuros de nuestro corazón y vaciarnos de las actitudes amargas que producen palabras de malicia o ataques de ira para que haya más espacio para que Él habite en nuestro interior.


En nuestras vidas tenemos momentos de torpeza y momentos de sabiduría. 

En los momentos de torpeza, pasamos mucho de nuestro tiempo diciendo a otros qué hacer y dando consejos que no han sido solicitados. 

Hablamos de cosas que en realidad no importan. 

Solo soltamos las cosas que queremos decir. 

Cuando somos torpes, no escuchamos a nadie; no atendemos a las advertencias; no tomamos consejo de nadie mayor y más sabio que nosotros. 

En esos momentos de torpeza, pueden cometerse algunos errores que cambian la vida. Afortunadamente, hay momentos en los que también somos sabios. 

En esos momentos somos rápidos para escuchar y lentos para hablar. 

Atendemos las advertencias que nos dan y escuchamos al consejo de nuestros mentores de confianza. 

En esos momentos tomamos nuestras decisiones más sabias, nuestras mejores elecciones. 

Este proverbio nos recuerda que es algo bueno si somos sensibles y aprendemos a cómo seguir instrucciones. Pero si somos torpes, entonces estamos llenos de vanidad y solo pensamos en nosotros mismos, somos orgullosos y somos engreídos y eso es algo malo. La implicación es que si soy sabio entonces tendré éxito; si soy torpe fallaré. Esforcémonos por ser sabios y no por ser una persona torpe que solo piensa en sí misma.


La vanidad es muy desagradable para Dios. Cuando estamos demasiados confiados en nuestras habilidades, Él tiene que recordarnos quién es Él. Él es el Altísimo y Santo. El Altísimo y Alabado. Él debe, en cierto sentido, colocarnos en nuestro lugar cuando todo “nos queda pequeño”. Él prefiere morar con el “contrito” y el “espíritu humilde”. Una vez más, vemos a Dios preferir al humilde por encima del arrogante. Debería ser una poderosa lección de cómo deberíamos comportarnos.

Y AHORA, así dice Jehová Criador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Este versículo marca un cambio desde el libro 42 de Isaías. Mucho del capítulo anterior está tomado por reprensiones y denuncias de Dios, decepcionado por Sus elegidos. No obstante, aquí, vemos a un Dios que ferozmente declara a Su gente, “Yo los he redimido; ustedes son míos”. Dios de nuevo se muestra como un amoroso padre, que nos disciplina porque nos ama. A pesar de que continuamos siendo niños desobedientes, nada impide a Dios afirmarnos como Suyos. Nada arrebata la redención que Él ha prometido.

Isaias 43:1

Nadie disfruta de las dificultades. Cuando pasamos por épocas de problemas y sufrimiento, queremos que acaben cuanto antes como es natural. Pero a veces la solución no llega rápido y tenemos que aguantar el dolor. Pero no perdemos la esperanza. Dios promete no solo usar nuestro sufrimiento para fortalecernos, sino librarnos de él a su debido tiempo.

1 Pedro 5:10

Una de las cosas más importantes que pueden hacer los cristianos es orar unos por otros. Fortalece el vínculo entre nosotros como hijos de Dios y es efectivo. Ha habido cientos de estudios sobre la eficacia de una oración y la conclusión es que la oración funciona. Se “acogió mucho”. Deberíamos ser devotos para orar unos por otros, ser responsables unos con otros. Cuando lo hacemos, se nos promete que nuestras oraciones serán efectivas.

Bendiciones sobre la cabeza del justo: Mas violencia cubrirá la boca de los impíos.

Es una costumbre antigua cubrir los rostros de las personas condenadas a muerte. Esta tradición se ha trasladado a las ejecuciones modernas. Esto es un ejemplo de “la violencia cubriendo la boca de los malvados”. Otra forma de ver este versículo es entender que el malvado no tiene excusa porque la vergüenza a bloqueado su voz. Este es otro ejemplo que nos da la Biblia de las diferencias entre cómo Dios se encarga de los justos frente a cómo Él lidia con los impíos. Él rebosa bendiciones en los justos, pero los impíos tienen que soportar su vergüenza en silencio.

Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.

“¡Del dicho al hecho hay mucho trecho!” ¿Alguna vez has escuchado esa frase? A menudo nos la dicen cuando hacemos una afirmación que otros no piensan que podamos respaldar. En ocasiones hablamos de un buen juego, pero no podemos jugarlo. Dejamos sueltas nuestras lenguas y muchas veces eso conlleva a toda clase de conflictos. Cuando hacemos del bla, bla, bla un hábito, pero no podemos seguirlo con un hago, hago y hago, entonces perdemos credibilidad y nadie creerá ni una palabra de lo que decimos. Este versículo nos recuerda que si vamos a “hablar del habla” entonces debemos “caminar la caminata”. Cuando hablamos mucho sobre ser un cristiano y cómo oramos todos los días y leemos nuestras biblias a cada rato, y cómo vamos a la iglesia todo el tiempo, las personas tienen una expectativa de cómo deberíamos comportarnos. Cuando nuestro comportamiento contradice lo que decimos de nosotros mismos, las personas pierden fe en nosotros. Y debido a que nosotros representamos el cristianismo para ellos, ellos pierden fe en todos los cristianos. Es algo terrible despistar a alguien acerca de Cristo. Nosotros debemos ser excelentes embajadores para Él; en palabras y obras.

¿Has intentado alguna vez sacar un vaso de agua de un arroyo y separar luego el agua limpia del agua sucia? No se puede. Un manantial produce solo un tipo de agua. Del mismo modo, las palabras de nuestra boca brotan de los manantiales de nuestro corazón. Un corazón amargo e impuro producirá maldiciones que mancillarán nuestras palabras de bendición. Solo un corazón puro puede producir palabras puras.

Dios desprecia al espíritu altanero. Él nos prefiere humildes y amables en todo nuestro proceder. En nuestra humildad, Dios es capaz de levantarnos. No necesitamos ir coreando nuestros propios elogios. No deberíamos buscar gloria propia. Y qué si trabajamos por años y años sin reconocimiento del mundo. Si nos ocupamos de los asuntos de Dios con humildad, Él se asegurará que nuestros elogios sean cantados por otros. Nuestra humildad inspira a Dios a ser nuestro Campeón, usualmente cuando menos lo esperamos.

El cielo será glorioso. Sin dolor, sin tristeza, sin oscuridad. Todo lo que nos separa de Dios desaparecerá. Estaremos en Su presencia de forma tan plena que no habrá necesidad de otra luz. Jesús, el Cordero, será nuestra luz, y no habrá más sombras porque Su presencia hará resplandecer la bondad y la alegría en cada rincón de nuestra morada celestial.

Sal 24:1   El rey de gloria

De Jehová es la tierra y su plenitud;(A) El mundo, y los que en él habitan. 

 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos. 

 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 

 El limpio de manos y puro de corazón;(B) El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 

El recibirá bendición de Jehová,  Y justicia del Dios de salvación. 

 Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah 

 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. 

 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. 

 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. 

¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. Selah 

Oramos por España, la tierra que nos ha acogido y en la cual vivimos cada día  dando gracias a Dios.

Rom 13:1  Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 

Estudio Panorámico Del Nuevo Testamento

SESIÓN 1: Introducción al Nuevo Testamento

INTRODUCCIÓN

¿Cómo se revela Dios a Sí mismo? Dios se revela de la misma manera que todos nosotros. El Dios de la Biblia se revela mediante Su Palabra y Sus actos. En la Palabra de Dios, nosotros tenemos el registro de lo que Dios dijo e hizo. Mediante la creación y la conciencia, El revela Su gran poder y soberanía divina. Mediante pactos y mandamientos, revela Su amoroso compromiso y Sus requisitos justos. También revela Su perdón en la salvación. Nosotros veremos esto en el Nuevo Testamento, el cual se enfoca en Su Hijo, Jesucristo.

Veamos la Biblia.

BOSQUEJO DE LA LECCIÓN

I. LA NATURALEZA DE LA BIBLIA

La Biblia es un libro único que viene de Dios.

A. Divino: Es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16a).

B. Humano: Es la Palabra de Dios que vino mediante palabras de hombres que vivieron en la historia (2 Pedro 1:20-21). Así que la Biblia es ambas cosas, un libro humano y divino. Así también es Jesucristo cuando fue, en un tiempo, divino y humano, dándonos la iluminación que El es la Palabra viva.

II. EL PROPÓSITO DE LA BIBLIA

¿Por qué fue escrita la Biblia?

A. Para hacernos sabios para la salvación mediante la fe en Cristo(2 Timoteo 3:14-15). 

¿A qué Escrituras que tenía Timoteo se refiere Pablo en este pasaje?

1. El Antiguo Testamento.

2. Si el Antiguo Testamento puede hacerle a uno sabio para la salvación, cuánto más el Nuevo Testamento donde Jesús es el enfoque.

B. Para prepararnos para toda buena obra 

(2 Timoteo 3:16-17). ¿Cómo sucede esto?

1. Enseñándonos qué es cierto y veraz.

2. Reprendiéndonos cuando estamos errados.

3. Corrigiéndonos y mostrándonos cómo hacer lo que está bien.

4. Instruyéndonos en la relación correcta.

III. EL FUNDAMENTO DEL NUEVO TESTAMENTO

La palabra “testamento” significa pacto o acuerdo entre Dios y el hombre. Hay un antiguo acuerdo y un nuevo acuerdo. El nuevo acuerdo es con base al antiguo acuerdo.

A. El pacto eterno de Dios.

Dios prometió 3 cosas:

a. Yo seré tu Dios: Señorío Divino 

(Génesis 17:7; 26:24; 28:13-14).

b. Tú serás mi pueblo: Relación Divina (Deuteronomio 29:12-13).

c. Yo moraré entre vosotros: Comunión Divina (Éxodo 29:45-46).

B. La rebelión contínua del hombre. 

1. El pacto quebrantado (Daniel 9:4b-6).

2. Un pacto nuevo anticipado 

(Jeremías 31:31-33).

IV. LOS ANTECEDENTES DEL NUEVO TESTAMENTO

A. Entre el Nuevo Testamento y el Antiguo.

1. Dios no habló con Su pueblo 

(Amós 8:11-12).

Hubo una hambruna profética por 400 años.

2. Dios no libraba a Su pueblo (Oseas 3:4-5).

B. El Mesías de Dios nace en el cumplimiento del tiempo (Gálatas 4:4).

1. Religiosamente: la preparación en el mundo judío.

Mediante el legalismo y veneración del templo.

2. Culturalmente: en el mundo griego.

Un idioma en común.

3. Políticamente: en el mundo romano.

a. Paz mundial.

b. Buenas carreteras. 

c. La religión judía estaba reconocida.

V. LOS LIBROS DEL NUEVO TESTAMENTO

A. Libros históricos: Los cuatro Evangelios y Hechos (el nuevo pacto inicia).

B. Libros de enseñanza: Las 21 cartas (el nuevo pacto ilustrado).

C. Un libro profético: El Apocalipsis (el nuevo pacto consumado).

CONCLUSIÓN

Este es simplemente el principio y la preparación de lo que Dios tiene planificado en la eternidad para nosotros cuando lo conozcamos como nuestro Dios en toda Su plenitud. Nosotros seremos Su pueblo a la perfección. No solamente viviremos con El, sino que lo veremos cara a cara.

TEMAS DE GRUPO

1. Lea 2 Pedro 1:20, 21 y trate el tema del proceso por el que la Palabra de Dios vino mediante las palabras de hombres.

2. Trate el tema de las maneras diversas en que la Palabra de Dios nos instruye para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).

3. Trate el tema de la preparación que se efectuó entre el Antiguo Pacto y el Nuevo y lo que Dios logró mediante esto.

ESTUDIO PERSONAL

1. Lea 2 Timoteo 3:14-17 y declare con sus propias palabras el propósito de la Biblia.

2. ¿Cuáles son las tres promesas contenidas en el pacto eterno de Dios?

3. Enumere las divisiones de los libros del Nuevo Testamento.